Hola, L.,

Celebro que te haya gustado mi estilo de navegación. En realidad, es posible que no «falte» nada, pues se trata de un texto volcado sobre la tragedia de Germanwings. Pero, ahora que lo dices, se mantiene más o menos la tesis de que precisamente en la cabina se coló un pasajero, el octavo pasajero. Un tal Andreas Lubitz que se sentía pasajero de nuestro viaje interminable a ninguna parte. Y estaba harto de no poder parar. No justifico nada, pero él también debió de sentirse víctima del maltrato que se le inflige al pasaje.

Pensó que volaba en primera y poco a poco debió de sentirse en tercera, o en la quinta dimensión.

No he podido entrar en el billete, por el formato, pero creo que llego a México el 17 de agosto a las 4’55 de la mañana. Espera que lo confirme. Después, entiendo que lo ideal sería cuanto antes tomar un vuelo a Oaxaca. Pero espera unos días a que confirme todos los itinerarios y así coordinamos con vosotros.

Un abrazo,

Ignacio

Madrid, 5 de abril de 2015