Queridas L. y C.:

Por motivos bastante concretos, ayer no tenía un buen día… allá en el fondo. Eso fue todo: A little snow ball. Ayer no me quejaba en absoluto de vosotras ni de vuestro tono. Estuvisteis encantadoras, como siempre, y os agradezco el atrevimiento, la solidaridad y la confianza de hablarme así y contarme cosas. No cambiéis en este punto, por favor, ya hay suficientes zombis en mi entorno.

Mi correo sólo expresaba un cansancio de fondo con el material humano que me rodea, en distintos planos… y también algunas dudas sobre mi modo de ser, que me temo que no tiene mucho remedio. Porque, claro, si me opero de ESO, igual me dejan peor otra cosa…

Gracias de verdad por vuestro cariño, por vuestra franqueza y por vuestras palabras de ánimo. Cuando podáis nos tomamos un café, también con M. y Y., y nos reímos un rato. Yo invito, of course, encantado.

Abrazos,

Ignacio

Madrid, 21 de abril de 2016