Querido, E.,

Innegociable. Tiene gracia que mi amiga L., y probablemente otros amigos vinculados al surrealismo o al situacionismo, sigan prendados de esquemas racionales del siglo XVIII. No menos dogmáticos y eclesiásticos, por cierto, que la peor de las religiones. Con Voltaire y Marx no podremos desde luego entender casi nada de lo que se acerca, esas multitudes «bárbaras» ajenas a nuestras sagradas tradiciones.

Ah, la dulce Francia y su nefasta influencia. Para ganar un poco de viento fresco, os invito (díselo a L. de mi parte), a que le echéis el ojo a los vídeos de un tal Russell Brand en YouTube. No tienen desperdicio, incluso viviendo en este relativamente libre Madrid.

 

Abrazos,

Ignacio

 

Madrid, 19 de enero de 2015