Gracias, C. No, no vi esa película… Tal vez debería verla, aunque me da un poco de miedo (la duración, la quietud, la nieve y el silencio: cosas todas ya demasiado mías). Después, en cuanto al Islam, lo de la edad de piedra no es cosa de ellos: la lapidación es un invento muy viejo y muy cosmopolita.

El Islam vive en otro tiempo, no en el año 2015, y eso es parte intrínseco de una cultura: otra forma de contar (y narrar) el tiempo. Pasa con China, con Rusia y con más de medio mundo, incluido ese mundo fascinante que los españoles hemos olvidado en nuestra América Latina.

Claro que no tengo toda la razón. El Todo está en París, con armas atómicas, no en mí. Modestamente, yo sólo pretendería quitarle parte de la razón a nuestro integrismo, el que está armado hasta los dientes (y no sólo con Kalashnikovs), expropiándole una parte de la cual pocas veces se habla.

Nada de todo. Sólo expuse, en un correo que difícilmente pasará de ser privado, poco más de veinte líneas de razones. Por eso me escribes tú, no Hollande.

 

Besos,

Ignacio

 

Madrid, 17 de enero de 2015