Sois encantadores, de verdad. También en vuestra forma de responder con tres meses de retraso. Sobre todo, en vuestra modestia. La hago mía.

Creo que vivo en una ZAD espontánea e interminable, aproximadamente, desde antes de afeitarme solito. Desde ella, como muestra de agradecimiento, querría enviaros un libro que os puede interesar. Habla de naturaleza, soledad común y algunas cosas más. Es algo así como la madre natural de Ética del desorden y se llama Roxe de sebes. Mil días en la montaña. Me parece que os gustará.

¿Tendríais la amabilidad de facilitarme una dirección postal, compatible con vuestro anonimato, para haceros llegar ese libro? Y si no, esperamos a ese prometido encuentro en Madrid (si os he entendido bien) de finales de junio.

Que no va a ser tan fácil. Tened en cuenta que el 30 de este mes o el 1 de julio salgo irremediablemente hacia una desconocida Galicia. Una esquina terrenal conservadora en lo civil, pero incansablemente subversiva en su inmanencia.

Estáis, por cierto, también invitados a esa zad de comunismo familiar. Aunque supongo que vuestra natural timidez os hará dudosa la invitación.

Un abrazo y hasta pronto,

Ignacio

Madrid, 12 de junio de 2018