Gracias por escribir, P.,

Voltaire, la verdad, me recuerda al dogma de la iglesia ilustrada del XVIII, responsable de unos cuantos disparates que a mi entender se prolongan demasiado, incluso en el siglo XXI. No creo, francamente, que el canon de la Ilustración esté a la altura de la complejidad que nos rodea, aunque la empresa Prisa opine exactamente lo contrario. Sin tener simpatías fáciles por ninguna cultura, cada vez me siento más cercano a esa relativa liberalidad con los Otros de algunos ingleses y estadounidenses.

De escoger algún francés que me parezca actual, me quedaría por ejemplo con Badiou, a quien cito (sin citarlo) con esa idea de que despreciamos en el Islam a un Dios de los pobres… Su Velo de hace años, escrito contra la persecución de las niñas musulmanas en las escuelas laicas francesas, me pareció deliciosamente provocativo.

Para expresarme libremente en este caso tuve antes que tragar saliva y hacer un ejercicio de valor primario que no se nos sirve gratis, hoy, en ningún altar de nuestra venerable democracia. Y sí, ese pequeño error (ya corregido) es fruto de la ignorancia, una distante ignorancia en la cual me mantengo: nunca me interesó ni Charlie Hebdo ni El Jueves. No estoy seguro, por lo demás, que Gaza, o Irak, o Libia, o Argelia, sean otro asunto, lejano a los tristes sucesos de estos días. Ya hablaremos.

 

Abrazos y gracias de nuevo,

Ignacio

 

Madrid, 18 de enero de 2015