Bajo la disculpa de eliminar lo “peor” (el sufrimiento, la inseguridad, la muerte) y aliada con las
nanotecnologías, la ciencia contemporánea ha renovado la esperanza de un nuevo determinismo.
Hombre de ciencia dotado de una sólida formación en medicina y bioquímica, Javier Peteiro se dedica en
El autoritarismo científico (Miguel Gómez Ed.) a seguir con detalle el paso de la ciencia moderna, desde
von Humboldt y Gay Lussac, hasta el optimismo de Brockman o Kurzweil, esa euforia tecnocientífica que
poco a poco ha derivado, en Europa y en América, en la perspectiva de suplir la inteligencia natural por la
artificial y el cuerpo mortal por las conexiones infinitas.

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Ignacio Castro Rey. Madrid, 5 de enero 2013