Hola, S.,

¿Qué difícil se ha vuelto la comunicación, verdad, sobre todo desde que es Total?

Escucho tus largos audios con admiración. Son como óperas, llenas de entonaciones y pasajes muy distintos. Mil gracias por tus atenciones.

Sí, Lluvia oblicua no es fácil, y tampoco lo es su mezcla de cólera bélica y serenidad taoísta. Comprendo perfectamente tu ritmo interrumpido con ese libro, para llevarlo bien.

Te hablaba de Mil días (Fronterad) porque es un libro muy, muy distinto. Si no lo encuentras en Girona y en Context, ciudad y librería que me traen tantos recuerdos, yo te lo puedo conseguir aquí y enviar. No temas, en extensión debe ser una tercera parte que el que ya leíste.

Aparte de todo esto, y saludarte en imagen, quería comentarte otra cosa. He terminado dos libros sobre sexualidad en estos últimos meses de pandemia y confinamientos. El primero, Sexo y silencio, ya está aprobado y esperando en Pre-Textos su turno, para marzo o abril.

El segundo, Vir, un breve ensayo sobre la masculinidad, está enviado a una amiga de Herder para que consiga que lo lea ahí alguien, con atención y criterio. A ver, hay que esperar.

Pero mientras tanto se me ocurrió que estaría muy bien que una escritora, una mujer, se atreviera a prologar Vir, un libro que no es precisamente cómodo, para nadie.

¿Se te ocurre alguna escritora, en Cataluña o donde sea, que se atreva a leer y defender un texto que hable de una masculinidad «no deconstruida»?

Cuando quieras hablamos con más calma. Abrazos y hasta pronto,

Ignacio

Madrid, 15 de enero de 2021