Querido Ll.,

Tu respuesta es preciosa, y no tocaría ni una coma. No sé si hace justicia a la amargura, que no he podido volver a leer, que es lo mejor de la carta de Garrocho.

Repito que no creo, lo miraré, que «se meta» con Nietzsche, Foucault o Deleuze, sino con una doxa hecha a costa de ellos, mezclando mantras que han sido extremadamente tópicos, dogmáticos, y dañinos carnalmente.

Hablando de tópicos, por favor, no mezcles a Foucault con el gilipollas de P., que solo busca hacerse rico con su supuesta anomalía «monstruosa» que es, sencillamente, la norma alternativa que viene.

Por lo demás, tu respuesta está muy bien. No la cambies. Y su impulso ético, contra esa carta que me gustó, me lleva otra vez a recordar que estoy orgulloso de ser tu amigo.

Después o mañana miro con detenimiento la famosa carta y te digo con más detalle, en privado. Pero envía ya esa respuesta a El Español (que no sé qué es) y si no te la publican, cosa que es posible, buscamos otra forma de darle publicidad.

Un fuerte abrazo y hasta pronto,

Ignacio

Madrid, 16 de enero de 2021